Cerdanyola del Vallès, 3 de agosto de 2017. Investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC), de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), en colaboración con investigadores del Sincrotrón ALBA, han identificado un mineral en la Tierra, proveniente de la región de Córdoba (Argentina), que hasta ahora sólo se había observado en meteoritos.
El estudio, publicado en la revista European Journal of Mineralogy, afirma que el mineral encontrado es la chladnita, un fosfato complejo perteneciente al grupo de la fillowita, que contiene sodio, calcio, magnesio y hierro, y que tiene una estructura trigonal. Se ha encontrado en una pegmatita, una roca ígnea, formada a partir del enfriamiento lento del magma.
La chladnita fue encontrada por primera vez en 1993, en el meteorito metálico Carlton IIICD. Hasta ahora sólo se había encontrado en este tipo de meteoritos, caracterizados por haber sufrido procesos de fusión y diferenciación como las rocas ígneas. El nombre del mineral proviene del físico y músico alemán Ernst Florens Friedrich Chladni (1756-1827), que hizo estudios pioneros en relación a los meteoritos, defendiendo su origen extraterrestre.
La estructura cristalina del mineral se ha resuelto pegando una lámina muy fina de la roca a un sustrato de vidrio, y haciendo pasar luz de sincrotrón a través del conjunto, mediante la técnica de microdifracción de rayos X. Esta técnica, impulsada por investigadores del ICMAB, se inició en colaboración con BM25 SPLine, la línea de luz española del sincrotrón europeo ESRF (European Synchrotron Radiation Facility) en Grenoble (Francia) y, posteriormente, se ha ido desarrollando y perfeccionando junto con investigadores de la línea de luz MSPD del Sincrotrón ALBA.
Dos de las características innovadoras de esta técnica de caracterización son tanto la utilización de un sustrato de vidrio muy fino, que permite la fácil localización de la zona a irradiar, como el uso de luz de sincrotrón focalizada, que posibilita la iluminación de un área muy pequeña de la roca y, por tanto, la difracción de cristales individuales.
Fig. 1: Fotomicrografía de la muestra analizada. Las zonas grisáceas-azules corresponden al fosfato complejo chladnita.
Fig. 2: Comparación del patrón de difracción 2D del mineral beusita (donde se encontraba incluída la chladnita), tomado a través de microdifracción de rayos X ustilizando las mimas condiciones experimentales excepto por el grosor del sustrato de vidrio (izquierda: 1.5 mm; derecha: 0.5 mm).
