EL SINCROTRÓN ALBA CUMPLE 10 AÑOS AL SERVICIO DE LA SOCIEDAD Y DE SUS RETOS

Usted está aquí: Inicio / Actualidad / NOTICIAS / EL SINCROTRÓN ALBA CUMPLE 10 AÑOS AL SERVICIO DE LA SOCIEDAD Y DE SUS RETOS
El 22 de marzo de 2010 fue inaugurado el Sincrotrón ALBA, una de las infraestructuras científicas más complejas construida en España. Desde entonces, su luz de sincrotrón ha sido una gran aliada para descubrir numerosos avances en campos tan diversos como biomedicina, ciencia de materiales, nanotecnología o arqueología. Disponer de una infraestructura científico-técnica como ALBA coloca a España en el grupo de vanguardia de los países más avanzados y representa un retorno formidable de conocimiento, desarrollo y bienestar para la sociedad. Hoy es uno de los nodos de sincrotrones al servicio de la comunidad científica que está avanzando en el conocimiento del SARS-CoV-2 virus y en el desarrollo de vacunas y tratamientos.

Cerdanyola del Vallès, 23 de marzo de 2020  10 años han pasado desde la inauguración de ALBA, la fuente de luz de sincrotrón de España. El 22 de marzo de 2010, se celebraba la puesta en marcha de un proyecto científico sin precedentes con el objetivo de convertirse en una herramienta esencial para la ciencia y la tecnología del país. Una década después ALBA ha cumplido con creces sus expectativas siendo también un referente internacional entre las fuentes de luz. Actualmente sigue en proceso de crecimiento continuo con la instalación de nuevos equipamientos y la actualización de su instrumentación para afrontar los retos científicos del presente y del futuro. Ahora en particular, ayudando en la lucha contra el COVID-19 para avanzar en el conocimiento del virus y en el desarrollo de vacunas y tratamientos.

IM-10anys1 IM-10anys2

Las cifras de estos 10 años

ALBA es una infraestructura científico-tecnológica singular al servicio de la comunidad científica e industrial, que acude al Sincrotrón para realizar sus investigaciones de más alto nivel. El número de usuarios de luz de sincrotrón en España ha pasado de los 200 existentes en el momento de la aprobación del proyecto a más de 5.000, de los cuales casi la mitad internacionales; así como más de 50 empresas privadas usuarias tanto nacionales como internacionales. En total, ALBA ha prestado servicio a personal científico perteneciente a 1.850 instituciones y centros de investigación de 45 países distintos. El resultado ha sido la realización de más de 1.500 experimentos que han sido plasmados en unas 1.100 publicaciones en revistas especializadas.

Actualmente el Sincrotrón ALBA dispone de 8 líneas de luz y 5 más están en fase de construcción, equipadas con técnicas capaces de analizar la materia a escala atómica y molecular gracias a la gran calidad de la luz de sincrotrón producida. Desde su puesta en marcha, se han generado 37.722 horas de luz. En este tiempo, ¡los electrones de los aceleradores recorrerían 2,7 millones de veces la distancia de la Tierra al Sol!


Un futuro de compromiso creciente

Tras sus primeros diez años, el Sincrotrón ALBA sigue evolucionando. Una instalación puntera está constantemente actualizándose para mantenerse en la vanguardia de la ciencia y la tecnología. Además de construir más líneas de luz, ALBA albergará nuevos laboratorios con tecnologías complementarias, tales como la nueva plataforma de microscopia electrónica avanzada, en colaboración con varios centros de investigación. También, y durante 2020, ALBA preside LEAPS, la asociación europea recientemente creada que incluye todos los sincrotrones y láseres de electrones libres de Europa: un total de 20 grandes instalaciones. Asimismo, se está comenzando a preparar un plan de renovación de los aceleradores y de las líneas de luz denominado ALBA II. Con la previsión de realizarlo dentro de una década, supondrá disminuir el tamaño del haz de electrones, aumentando así el brillo de la luz de sincrotrón, su coherencia y su capacidad para revelar nuevos detalles de la materia.

IM-10anys3 IM-10anys4


Pero… ¿para qué sirve un sincrotrón?

Las distintas líneas de luz del ALBA permiten usar múltiples técnicas basadas en la interacción de la luz de sincrotrón con las muestras que se estudian. Sus capacidades de análisis abarcan los campos más punteros de la ciencia, desde el estudio físico y químico de superficies y materiales avanzados, incluidas sus propiedades electrónicas y magnéticas, hasta el análisis de polímeros y materiales de interés biológico para aplicaciones en medicina o ciencias ambientales. Los ejemplos de las investigaciones realizadas en ALBA estos años son muy amplios y variados: el estudio de nuevos materiales para baterías y dispositivos electrónicos, análisis de fármacos para enfermedades como la malaria, la hepatitis C, el cáncer o el Alzheimer, diseño de catalizadores o el estudio para la conservación de pinturas románicas. Otros experimentos que acoge sentarán las bases de nuestro futuro próximo en ámbitos como la espintrónica o las fuentes alternativas de energía.

Cabe mencionar el último proyecto recientemente aprobado de una nueva línea de luz, especialmente diseñada para realizar unas investigaciones no previstas en absoluto en el plan inicial del Sincrotrón. Se trata de una línea en colaboración con la Agencia Espacial Europea para caracterizar con luz de sincrotrón los módulos de espejos que constituyen la óptica de rayos X del telescopio avanzado para astrofísica ATHENA. Este se enviará al espacio en el 2031. Detectará los rayos X de altas energías provenientes por ejemplo de los agujeros negros que engullen materia o de la formación de clústeres de galaxias. De esta forma, ALBA participa también en el desarrollo de la tecnología espacial.

Pero sobretodo ayuda a resolver los retos presentes. En la actualidad un nuevo y global desafió está haciendo cambiar nuestros hábitos y reconsiderar nuestras prioridades. En ALBA se ha abierto una convocatoria de proyectos prioritaria para ayudar a la lucha contra el SARS-CoV-2 virus, causa del actual brote de COVID-19. Las técnicas de luz de sincrotrón son útiles, por ejemplo, para entender la estructura molecular de los coronavirus y sus mecanismos de infección de células sanas. ALBA pone al servicio de toda la comunidad científica su instrumentación, sus conocimientos y su personal altamente especializado para contribuir a solucionar dicho desafío.

Un poco de historia

ALBA se inauguró en 2010 pero su historia empieza unos cuantos años antes. Después de un estudio de viabilidad realizado en 1992 por un grupo de trabajo en el que estaban, entro otros, Ramon Pascual, actual presidente honorario de ALBA; Joan Bordas, primer director de ALBA, y Salvador Ferrer, antiguo director científico de ALBA y actual asesor a dirección; en marzo de 1993 la Generalitat de Catalunya incluyó el proyecto en su segundo Plan de Investigación, hizo una convocatoria de becas para iniciar la formación de personal y nombró una comisión promotora del proyecto y otra asesora internacional que evaluó positivamente la iniciativa. También en marzo, dos años después, se firmó un primer convenio de colaboración entre el Gobierno de España y la Generalitat de Catalunya. Tras un largo periodo de gestación para lograr los acuerdos políticos necesarios, las condiciones financieras adecuadas y el consenso de la comunidad científica e industrial, el proyecto fue acordado por las dos administraciones el marzo de 2002. Parece que marzo era el mes favorable de ALBA, ya que fue el 14 de marzo del año siguiente, en 2003, cuando se aprobó la constitución del Consorcio para la Construcción, Equipamiento y Explotación del Laboratorio de Luz de Sincrotrón (CELLS) para la construcción del Sincrotrón ALBA en Cerdanyola del Vallès, cofinanciado a partes iguales por las administraciones catalana y española.

La construcción supuso una inversión de 200 millones de euros y empezó en el 2006, después de haber dedicado unos años al diseño y a la formación de un equipo de expertos procedentes de todo el mundo (profesionales de otros países pero también españoles que habían trabajado en otros sincrotrones). En 2010 finalizó la construcción civil y la instalación con éxito del complejo de aceleradores. Seis meses más tarde, las primeras siete líneas de luz también estaban acabadas. En 2011 (de nuevo en marzo y justo ocho años después de la aprobación del proyecto), el equipo humano de ALBA consiguió el gran hito de producir los primeros haces de la tan deseada luz de sincrotrón.

IM-10anys5 IM-10anys6

El trabajo de construcción culminó el 2012, esta vez en el mes de mayo,  cuando el primer equipo científico de usuarios oficiales fue recibido en la línea de luz BOREAS. A finales de ese año las siete líneas estaban en operación y Caterina Biscari era nombrada directora del Sincrotrón ALBA. En 2016 la octava línea comenzó a prestar servicio y está previsto que antes de 2023 también lo hagan las 5 líneas actualmente en fase de construcción.

IM-10anys9  IM-10anys10

archivado en: ,