Sincrotrón ALBA
Analizará proteínas y complejos biológicos con un haz de rayos X muy fino y extremadamente brillante. Se espera que realice los primeros experimentos a principios de 2020. Su coste es de 7 millones de euros y está cofinanciada con fondos FEDER.
El Sincrotrón ALBA ha comenzado 2016 con el inicio de su décima línea de luz: una línea de microfoco para la cristalografía de macromoléculas.
Con este nuevo instrumento se podrá descubrir cómo funcionan los sistemas biológicos a nivel atómico, siendo capaz de resolver en tres dimensiones macromoléculas y otros complejos. La primera línea de microfoco del Sincrotrón ALBA producirá un diminuto haz de rayos X (del orden de 1 micra, una milésima de milímetro), lo que permitirá abordar un gran número de proyectos que en la actualidad están limitados por el tamaño de los cristales que pueden generarse o por los efectos dañinos que causa la radiación en la muestra. Entre ellos, cabe destacar las membranas de proteínas, complejos proteicos, complejos de ADN y proteínas sensibles a la radiación.
Las principales aplicaciones de esta 10ª línea de luz pertenecen al ámbito de la salud, a las ciencias de la alimentación o el medioambiente. En el campo de la medicina, permitirá ayudar en la búsqueda de nuevos fármacos contra enfermedades como el SIDA o la malaria, así como el desarrollo de nuevas terapias para tratamientos tumorales o la creciente resistencia bacteriana a los antibióticos. También será de utilidad para encontrar soluciones a enfermedades en plantas y animales, así como nuevos métodos para incrementar la productividad agrícola. Todos ellas, áreas de interés tanto para el sector académico como industrial.
El presupuesto para la construcción de la nueva línea es de 7 millones de euros. El proyecto está cofinanciado con fondos FEDER y con el presupuesto interno del Sincrotrón ALBA. Se ha iniciado en enero de 2016 con la designación de un responsable de línea que ha comenzado su diseño y está previsto que realice los primeros experimentos en 2020.
Objetivo 2020: doblar el número actual de líneas de luz
La nueva línea de microfoco es la primera de las líneas de fase III que el Sincrotrón ALBA tiene previsto poner en marcha. En la actualidad, dispone de siete líneas a pleno funcionamiento desde 2013 (fase I), dos más en construcción que estarán disponibles para los investigadores a final de 2016 y en 2018 (fase II) y cinco nuevas líneas están planeadas en la fase III (incluyendo la línea de microfoco).
La construcción de estas líneas está sujeta a conseguir cofinanciación. No obstante, "nuestro objetivo es tener iniciada la línea número 15 hacia 2020, doblando nuestra capacidad actual", comenta Caterina Biscari, directora del Sincrotrón ALBA.
Una comunidad en continuo crecimiento
El ámbito de la cristalografía de macromoléculas representa el grupo más grande de usuarios de luz de sincrotrón en toda Europa. Su impacto científico es muy notorio, reflejado por los 13 premios nobeles que ha habido en química en el área de la cristalografía de proteínas.
En España, hay unos 50 grupos de investigación de este ámbito que utilizan la luz de sincrotrón en sus investigaciones, incluyendo la línea de luz XALOC de ALBA -destinada también a la cristalografía de macromoléculas - desde que se puso en marcha en julio de 2012. La nueva línea de microfoco acogerá nuevos proyectos de investigación que actualmente no se realizan de manera óptima debido al tamaño de los cristales a analizar o su sensibilidad a la radiación.
Además del respaldo de la comunidad de usuarios (que en una encuesta del Sincrotrón ALBA en 2013 ya apoyó su construcción) y de la evaluación positiva del comité científico de ALBA, esta línea también se encuentra dentro de las prioridades estratégicas de ALBA: "Tener una avanzada línea de microfoco para cristalografía de macromoléculas puede mejorar significativamente el nivel de investigación de nuestro país, uno de nuestros compromisos", de acuerdo con Miguel Ángel García Aranda, director científico de ALBA.