Un equipo de investigación del Institut de Química Avançada de Catalunya (IQAC-CSIC) investiga los daños que provoca en nuestra piel y cabello la luz ultravioleta del sol. Han usado la tecnología del Sincrotrón ALBA que les permite ver con gran resolución y detalle los cambios que tienen lugar a nivel molecular, no solo en la superficie de la piel y el pelo, sino también en sus capas internas. Las muestras han sido tratadas previamente con resveratrol, reconocido antioxidante, para comprobar su eficacia y así poder desarrollar nuevos y mejores tratamientos fotoprotectores.

Cerdanyola del Vallès, 27 de julio de 2018

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Que la radiación ultravioleta del sol (UV) es perjudicial para la piel es más que conocido. También lo es para nuestro pelo. Un equipo del grupo de investigación de Innovaciones Cosméticas y Textiles del IQAC-CSIC lleva tiempo estudiando los efectos de los UV y han comprobado cómo la exposición al sol causa daños químicos y mecánicos en el pelo: pérdida de color, de brillantez y de resistencia mecánica. Este desgaste se debe a que la fibra del pelo absorbe la luz, y el impacto provoca la degradación de proteínas, básicamente queratina, lípidos y melanina. Se forman radicales libres que oxidan y degradan este pigmento de manera que se observa una cierta decoloración. En la piel, los UV afectan a la organización lipídica del estrato córneo, la capa más externa.  

Sabidas las afectaciones de los UV en las capas más externas de la piel y el pelo (la cutícula), el grupo del IQAC-CSIC ahora quiere saber específicamente qué cambios moleculares ocurren en sus partes más internas: en el pelo, el córtex y la médula; en la piel, en las diversas capas que la conforman. Como comenta la investigadora Clara Barba, "la luz de sincrotrón nos da mucha más resolución para ver cómo afecta la luz solar, evaluar dónde se ha producido el daño y obtener información más detallada de sus efectos nocivos". Conocer qué efecto tienen específicamente los UV en cada capa de los tejidos ayudaría a desarrollar mejores fotoprotectores que protejan y reparen los daños.

El producto escogido para valorar su efecto, el resveratrol, es un conocido antioxidante que se encuentra de forma natural en frutas como la uva. Hace tiempo que se habla de sus efectos saludables en diversos aspectos y los investigadores ya demostraron que aplicado tópicamente refuerza el sistema antioxidante del estrato córneo de la piel y se convierte en un medio eficaz para aumentar los niveles de antioxidantes en el tejido de la epidermis humana.


Muestras de piel y pelo bajo la luz del sincrotrón

Para llevar a cabo estos estudios, el equipo del IQAC-CSIC ha analizado con la luz del Sincrotrón ALBA muestras de piel de cerdo, tratadas y no tratadas con resveratrol. De la misma forma han preparado muestras de pelo humano, tanto caucásico como blanco, también tratados con este antioxidante. Todas las muestras han estado expuestas a radiación UV con una dosis equivalente a estar bajo el sol durante dos días de junio en Cataluña. Han observado estas muestras de tejido con el microscopio de luz infrarroja de la línea de luz MIRAS de ALBA. Esta luz tan potente proporciona una resolución espacial muy alta y les permite obtener información no solo de la superficie sino también de las capas internas de la piel y el pelo, cosa que puede ser de vital importancia para determinar hasta dónde penetra el daño por radiación y de qué manera. Con este microscopio, se obtiene información de tipo bioquímico, es decir permite conocer la composición química de la muestra, a partir de la cual se puede deducir qué moléculas hay y cómo se encuentran.

De esta forma podrán ver qué pasa exactamente en las diferentes capas de la piel y el pelo después de la exposición a los rayos UV, así como comparar los efectos en las muestras que fueron tratadas con resveratrol y las que no. El equipo científico espera ver diferencias en los resultados obtenidos en las protegidas por el resveratrol y también entre el pelo caucásico y el blanco, debido a que este último no contiene tanto pigmento melanina que le pueda proteger. La melanina absorbe la energía de la luz, por eso el cabello blanco es más susceptible y necesita una fotoprotección más alta.

Imagen de la sección de un pelo donde se puede apreciar la distribución de los lípidos dentro de las capas de la fibra. Estos lípidos se oxidan con el sol y comparando su estado entre los diversos cabellos se puede ver cuál está más afectado por la radiación.

En recuerdo de Víctor Carrer Vives, investigador del equipo del IQAC-CSIC.