Sincrotrón ALBA
Un experimento dirigido por Tanja Ducic, científica de la línea de luz MIRAS en el Sincrotrón ALBA, está analizando células vivas del cáncer cerebral más agresivo para encontrar nuevos biomarcadores. Su objetivo es desarrollar nuevas estrategias terapéuticas.
El glioblastoma es el cáncer cerebral más frecuente y mortal en adultos, con una esperanza de vida de tan solo 15 meses tras su diagnóstico.
Las células de glioblastomas son muy invasivas y crecen muy rápido. A pesar de que la comunidad científica tiene un conocimiento profundo sobre cómo progresan estas células cancerosas, sus mecanismos todavía no se comprenden por completo. Por lo tanto, el tratamiento médico se vuelve muy difícil y complejo.
Un equipo de investigación internacional, liderado por la científica Tanja Ducic del Sincrotrón ALBA, está analizando distintos tipos de células vivas, extraídas de pacientes y de líneas celulares comerciales, para descubrir cambios estructurales y bioquímicos. "El objetivo es mapear diferentes compuestos orgánicos en células vivas con el fin de obtener nuevos enfoques terapéuticos para atacar las células cancerosas de manera más específica", dice Tanja Ducic.
A la izquierda, la investigadoraTanja Ducic realizando el experimento en la línea de luz MIRAS.
Un esfuerzo sinérgico y multidisciplinar
El equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Göttingen (Alemania) ha sido el responsable de la preparación de las muestras, recolectando células primarias derivadas de pacientes y desarrollando células madre en diferentes etapas de la enfermedad.
Con el fin de definir un entono de análisis para estudiar células in vivo, el equipo de MIRAS ha desarrollado un nuevo método en colaboración con científicos del sincrotrón Elettra (Italia). Las células vivas se insertan en capas muy delgadas, manteniendo estable su entorno fisiológico, pH y temperatura durante los experimentos en el sincrotrón. Esta configuración conserva las células en su estado natural, evitando otras preparaciones más invasivas que pueden causar modificaciones químicas. Durante el experimento, se ha analizado el posible efecto del riluzol sobre las moléculas biológicas como fármaco potencial sobre estas células.
Usando la línea de luz MIRAS, dedicada a la micro-espectroscopia de infrarrojo con transformada de Fourier (FTIR, por sus siglas en inglés), el equipo está ahora identificando diferencias en los compuestos biomacromoleculares de las células. "Esta técnica es muy útil para identificar las vibraciones moleculares y por tanto la composición química de los biomateriales. Esto nos brinda la oportunidad de ver qué sucede en cada una de las células vivas comparando también los posibles cambios entre los tipos de células", afirma Ducic.
Este proyecto es parte de una colaboración a largo plazo que ya utilizó otras técnicas de luz de sincrotrón para conocer las características elementales y estructurales de las células de glioblastoma, gracias al apoyo financiero de la Union for International Cancer Control (UICC Fellowship no. ICR / 2014 / 339966) y la Northwestern University en Chicago (EEUU.).
"Al utilizar células vivas, comprobamos que es posible trabajar con células neurales derivadas del paciente ofreciendo información complementaria con diferentes métodos basados en luz de sincrotrón. Los resultados permitirán arrojar luz sobre el comportamiento de las células de glioblastoma y su potencial metastásico. Esto ayudará a comprender cómo las células cancerosas cambian respecto a las normales, permitiendo desarrollar nuevas estrategias de tratamiento más específicas", concluye Tanja Ducic.