Sincrotrón ALBA
Una colaboración internacional, liderada desde la Universidad Autónoma de Madrid, ha estudiado las propiedades eléctricas en láminas de unas pocas capas de espesor de antimoneno, un material bidimensional compuesto por átomos de antimonio. Los resultados indican un transporte eléctrico que ocurre principalmente por la superficie del material. Esto, sumado a su estabilidad y estructura simple, lo hacen un candidato prometedor para aplicaciones nanoelectrónicas y optoelectrónicas. Parte de los experimentos fueron realizados en la línea de luz CIRCE.
El antimoneno —una lámina de espesor atómico formada por átomos de antimonio—es una de las últimas incorporaciones a la familia de materiales bidimensionales formados por un solo elemento. Por sus particulares características, sumadas a su gran estabilidad en condiciones ambientales, el antimoneno atrajo el interés de la comunidad científica, aún cuando todavía no se habían presentado resultados experimentales de sus propiedades eléctricas.
Ahora, un equipo internacional, liderado por la UAM, ha publicado en Applied Materials Today una combinación de resultados experimentales y teóricos que evidencian las exóticas propiedades eléctricas del antimoneno.
En particular, caracterizaron las propiedades electrónicas de láminas de antimoneno de pocas capas. Así observaron que estas propiedades son prácticamente independientes del espesor de las láminas, y que el transporte eléctrico tiene lugar principalmente por la superficie del material.
El equipo también determinó una movilidad para el antimoneno que, en combinación con su estabilidad y estructura simple de pocas capas, lo convierten en un candidato prometedor para numerosas aplicaciones nanoelectrónicas y optoelectrónicas.
Las propiedades electrónicas fueron analizadas usando microscopía electrónica de baja energía y de fotoemisión (LEEM/PEEM), en combinación con espectroscopía de fotoelectrones de rayos X (XPEEM), en la línea de luz CIRCE del Sincrotrón ALBA.
Estos resultados se lograron en colaboración con el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC), el sincrotrón ALBA de Barcelona, y las universidades de Aarhus (Dinamarca), Guilan (Irán), Federal de Río de Janeiro y Federal del Espíritu Santo (Brasil).